Ship to Wreck

febrero 21st, 2020

Aquí vuelvo… Resucitando fantasmas…

Mi amiga G. me ha escrito esta tarde para decirme que S. la ha dejado… Ya la semana pasada me contó que las cosas no iban bien… Y mañana he quedado para comer con mi amiga A. porque está en una situación parecida… En este caso, algo que lleva repitiéndose desde hace más de un año… Patrones que se superponen… A G. ya la han bloqueado en todas las redes sociales… A. lleva días con las pastillas para poder dormir… Cosas por las que he pasado y que no han hecho más que avivar mi propia historia…

Parece que estemos condenados a repetir las mismas cosas una y otra vez… Nos empeñamos en destrozar unas preciosas naves que echamos al mar con mil ilusiones… Pero las tormentas acaban por despedazarlo todo y ni en el peor de los naufragios somos capaces de tener algo de humanidad y de respeto por lo vivido juntos… Parece que no haya otra forma de acabar una historia que a malas… Y me parece una pena…

¿Construimos nuestros barcos para estrellarlos? ¿Todo lo compartido fue una pérdida de tiempo? Yo nunca he creído eso… A pesar de las peleas y de todo lo malo, siempre creo que hay que valorar los momentos que te hacían estar junto a aquella persona y agradecer todo lo vivido en su compañía… Pero en la mayoría de ocasiones se tiende a todo lo contrario… A montar los cañones y a empezar una guerra absurda que no lleva a ninguna parte… A morir ahogados en nuestras propias lágrimas… Porque en estas situaciones se llora mucho… Yo lo hice…

Es tan difícil manejar estas cosas que uno no sabe qué hacer cuando hay personas a las que aprecias y que pasan por estas circunstancias… El único consejo que soy capaz de dar es «acabad bien»… Y me da pena que yo mismo, por lo que parece hasta ahora, no haya sido capaz de conseguirlo… Quizás sea por eso por lo que de vez en cuando pienso en cómo podría darle la vuelta a este silencio para poder tener una relación cordial… En si lanzar botellas al mar podría cambiar de alguna forma este mutismo absurdo en el que llevamos sumergidos todo este tiempo, condenados a ni siquiera poder felicitar las fiestas…

El único tiempo perdido no es el que vivimos juntos… El único tiempo perdido es todo este que estamos pasando sin poder desearnos ni los buenos días… Y cuando los años se conviertan en décadas, quizás lo echemos de menos…

Reconozco que es algo que me viene persiguiendo desde hace mucho tiempo… Es esa espinita clavada que no consigo quitarme y que vuelve a mi mente cada dos por tres… Y es una pena no saber qué hacer para salir a flote sin que nadie se sienta atacado y sin meter la pata… El perfecto campo de minas… Pero algún día hay que dar un paso si se quiere cambiar…

Necesitaba dejar esta parte de mí aquí para darle aliento a este espacio que, aunque lo parezca, no está muerto… Quizás haya sido por todos los recuerdos desenterrados por lo de estos días… O porque Facebook me haya recordado que hace cinco años que se me rompió aquella batidora con la que hacía mis primeros hummus… O porque hoy actuaba Patrick Watson en Barcelona…

Pero en toda esta oscuridad siempre se puede apreciar algo de luz… La primera vez que pude ver a Florence en directo fue uno de los conciertos más bonitos a los que asistí el año pasado, y la energía que desprende esta chica es capaz de acabar con las tinieblas… No podía elegir mejor compañera para entrar de nuevo en este viejo teatrillo… :)


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