Copenhague
-Empezar un año es emprender un viaje a lo desconocido… Una travesía que no sabes dónde te llevará… Y es ese precisamente el espíritu de los viajes que me fascina… Hace un par de semanas yo estaba allí y ayer en ese mismo sitio todo eran luces y risas durante las campanadas… Diciembre me estaba asfixiando y yo necesitaba respirar… Así que improvisé un viajé con lo justo… Después de estos meses de escasez no fue difícil conseguirlo; ha sido un buen entrenamiento y sé que soy bueno preparando viajes… Y como se trataba de buscar nuevas experiencias, me alojé en un hostal gay… ¿Alguien más hubiera imaginado eso de mí? Lo mejor fue cuando el último día me confundieron con un «chico practicante» a la entrada y me invitaron ir con ellos… Si no tengo suerte en el futuro con las parejas, quizás cruzando la acera pueda conseguir algo… Quien sabe… :)
Tenía una asignatura pendiente con Madrid y desde el principio supe que volver era lo que necesitaba… Y no me equivoqué…
Caminé bajo tierra y contemplé su cielo…
Volví a los desayunos en el VIPS…
…Y a los de café de barrio…
Aprendí mucho de los grandes a los que admiro… Julio Verne… Lewis Carroll… Y me llené de arte… Una de las prioridades en mi vida… Cuando todo parece embarrancado, es una de las cosas que me reconfortan…
Encontré muchos arcoiris…
Hice amigos gatunos en un sitio al que no me hubiera imaginado nunca que iría…
Toqué bronce y hueso…
Y descubrí que tengo un potencial en mí que tengo que dejar salir…
Madrid siempre estará ahí… Con todo lo que lleva asociado a mi historia personal… Pero las ciudades cambian, y el viaje es la parte transformadora con la que me quedo… Porque lo ya iniciado en Berlin sigue su curso… Y este año que hoy empieza seguro que deparará muchas aventuras que estoy deseando conocer… Todo llegará a su debido tiempo… La paciencia es una virtud que he cosechado durante muchos años y una gran aliada cuando crees que falta el aire… Al igual que la música siempre aflora cuando más la necesitas…
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