Underwater Love

marzo 21st, 2014

– Si lo que estáis buscando es la más grande historia de amor jamás contada, no lo hagáis viendo Casablanca, rememorando la vida de John Lennon y Yoko Ono o leyendo La Princesa Prometida (aunque estaríais muy cerca). Para mí no ha existido un amor más grande que el que se narra en las aventuras de Penguin Adventure. A muchos os sonará a chino, pero tengo esperanzas de no convertirme en el abuelo cebolleta y que alguien más pueda entender lo que voy a contar.

Penguin Adventure

Penguin Adventure fue un juego de MSX que por nuestras tierras llegó en cuenta gotas (como casi todo lo que llegaba de Japón unas décadas atrás). Yo tuve la suerte de hacerme con uno de aquellos cartuchos, y disfruté como el enano que era acompañando a un pingüino en esa quimérica misión:
«La bella pingüina, princesa Penguette, ha sucumbido ante el virus mortal que arrasa al país de los pingüinos. El único remedio posible es la fruta del Árbol de las Manzanas de Oro que está en tierras lejanas. Hace mucho tiempo, los pingüinos solían vivir en esta tierra remota. Todavía le siguen llamando el Paraíso de los Pingüinos. No obstante, hace muchos años fueron expulsados de su patria chica por los frisaurios, horribles lagartos carnívoros voladores gigantes, ultraenemigos de los pingüinos. Los frisaurios continúan dominando el Paraíso de los Pingüinos. Haz el largo y peligroso viaje hasta la tierra del Árbol de las Manzanas de Oro. Salva la vida de la bella princesa Penguette y vuelve el reino de los Pingüinos a su gloria pasada.»

Así que Pentaro, el pingüino protagonista, después de haber recorrido ya el continente antártico en una carrera frenética en su primera aventura, tenía que recorrer todo el país de los pingüinos para recoger la manzana y volver a su amada lo antes posible, pues de ello dependía que la princesa siguiera con vida. Aquello era amor incondicional. Tendríais que ver al pobre corriendo como ningún pingüino ha hecho antes, e incluso volando por el espacio gracias a unas alas mágicas.

El pobre animalejo se pasaba pantallas enteras recogiendo pescado, enfrentándose a los temibles lagartos gigantes y cruzando tierra, mar y aire para llegar a su meta. Lo más demoledor del juego es que, efectivamente, Penta podía llegar tarde… Y que después de superar todas las pantallas podías encontrarte con la desagradable sorpresa de que la princesa hubiera muerto antes de tu vuelta.

Nunca llegué a acabar el juego. De hecho, era una de las cosas que me propuse hacer el verano pasado para no caer en las temibles siestas veraniegas (porque prefiero aprovechar ese tiempo en otras cosas), pero al final los avatares de la vida me quitaron ese reto. Aunque algún día tengo que retomarlo. No puedo morirme sin tener esa satisfacción en mi vida… :)

Una de las pantallas que más me gustaban era la que se debía cruzar buceando. En aquel entonces, en que casi todos los juegos consistían en correr o volar, eran pocos los que se desarrollaban bajo el agua… Pero lo que más me sorprendía era la melodía tan bonita que salía. Es una pena que no haya un vídeo donde aparezca al completo (no hay valientes como yo, dispuestos a pasarse la pantalla sin superpoderes para poder disfrutarla)… Pero seguro que os hacéis una idea…

Si queréis rememorar este juego tan genial, podéis hacerlo descargando el Emulador MSX y la ROM de Penguin Adventure. Os aseguro que vais a disfrutar mucho… :)

Por lo mucho que me marcó ese juego y la implicación emocional que me transmitía, cuando tuve mi nuevo móvil, quise poner esa melodía, por ser una de las más bonitas que haya escuchado jamás. La asigné al tono de llamada de la persona que más he querido. Creo que ella nunca llegó a escucharla. Y ya no llamará más, ni supongo que va a volver a sonar en mi móvil.
Pero esa música sigue ahí… Creo que en momentos de tristeza hay que buscar la belleza… Y esa, en mi opinión, es una de las melodías más hermosas que podréis escuchar en vuestra vida…

Todos tenemos cicatrices… Y ésta es una de las mías, junto a un brazo magullado por abrazarla todas las noches y muchos recuerdos… Escucharla es emocionarme al instante… Me pone la piel de gallina cada vez que lo hago, como me pasa con Ryuichi Sakamoto… Pero lo hago, no me preguntéis por qué…


Tanto la versión orquestal como esta preciosa versión a piano de la canción son obra de Gryzor87.


2 Responses to “Underwater Love”

  1. Gryzor87 on mayo 2, 2014 9:42 am

    Cierto!
    Penguin Adventure es la mayor historia de amor jamás contada, y la melodía del ‘underwater’ no puede ser más perfecta.

    Ya sonará en otro teléfono!!

    Un saludo y gracias por la mención

    G87

  2. iscariot on mayo 2, 2014 12:52 pm

    ¡Gracias a ti por esa versión tan alucinante! :)
    Enhorabuena por tu trabajo. Sigue adaptando cosas. Merece la pena tu esfuerzo…
    ¡Un saludo!

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