Travelling Without Moving

noviembre 14th, 2007

– Algunos lo llamaríais una ridícula obsesión… Para otros será una nimiedad en la que no debería perderse el tiempo… Pero qué queréis que os diga… Desde hace ya varias semanas, no hago más que pensar en ello cada vez que entro al lavabo del trabajo-tapadera en el que me gano el pan, lejos de este escenario… Además leer posts como el último de Aracne (a quien dedico humildemente esta función), comentando las excelencias de los bosques de hayas, me dio el empujoncito para decidirme a escribiros sobre lo que carcome mi mente últimamente…

[El protagonista da una vuelta en redondo sobre las tablas rascándose la cabeza enérgicamente y vuelve a dirigirse al público…]

travelling without moving

Como os podéis imaginar, la visión del lavabo en cuestión no es muy alentadora que digamos… Lo primero que asalta a mi mente al cerrar la puerta y echar el pestillo es comprobar si la grieta de la esquina ha crecido, razón por la cual muchas veces estoy a punto de no echar el cerrojo (por si hubiera que salir corriendo, claro)… Pero una vez salvado ese primer escollo, lo que centra mi atención (aparte de realizar lo que he ido a hacer, que suele ser rápido, y permitidme ahorrarme más comentarios) es ESO…

travelling without moving

Allí está… Con ese amarillo pastel tan cálido y resaltando sobre la pica blanca…
En casa siempre hemos sido más partidarios del jabón líquido Magno de La Toja (envase familiar), incluso para lavarnos las manos (y eso que está considerado caro para esos menesteres, o al menos eso nos decía mi madre de pequeños)… Así que supongo que el solo hecho de cambiar a otro jabón hace que ya me llame poderosamente la atención cuando me dispongo a lavarme las manos… No era la primera vez, ya que en el otro edificio, donde estaba hasta hace poco, gastábamos uno que la Señora Josefa (la mujer de la limpieza y una persona que echaré de menos bien pronto), rellenaba en un dispensador empotrado en la pared y cuya marca era un misterio… Eso sí, con el tiempo descubrí que era perfecto para embadurnar los cristales de las gafas y que quedaran como los chorros del oro… Pero volvamos al jabón que nos ocupa… :)

travelling without moving

Al inclinarme para enjabonarme las manos, mi vista se dirige inevitablemente a la sencilla etiqueta del bote que muestra ese maravilloso nombre… “Heno de Pravia”… Fue ella la que encendió inmediatamente mi interés… Empecé a cavilar si Pravia sería un lugar que existiera en la realidad y a imaginarme donde podía estar… Quizás por la similitud del nombre con la de su capital, me imaginé que se trataba de un pueblecito de la República Checa, alejado de toda civilización… Donde en verano se recogería el heno y guardarían una parte proporcional de la cosecha para hacer ese jabón tan aromático y el resto seguramente lo darían a comer a sus vacas, coloreadas por los niños durante el recreo con rotuladores, o lo mezclarían con yogur y lo exportarían mundialmente como producto artesanal… Un pueblecito donde el polvo del camino sabría a chocolate, las nubes se pellizcarían para probar su dulce sabor y su ayuntamiento sería como la casa de la bruja de Hansel y Gretel pero a lo bestia… Donde todo el mundo llevaría calcetines hasta las rodillas y gorros con borlas exageradas, los niños se desplazarían con botas de muelles y estaría prohibido irse a dormir antes de las doce de la noche…Por desgracia, esta mañana Internet me ha quitado toda la ilusión de un plumazo (o debería decir “googleazo”)… ¿Quien me mandaba a mí buscarlo, con lo feliz que éramos yo y mi mundo imaginario? Resulta que Pravia finalmente existe, pero no es un pueblito tan onírico como me imaginaba (aunque debe tener sus vacas, pues está en Asturias, y seguro que sus gentes son de lo más hospitalarias)… Está algo más cerca de lo que me había imaginado también… Y la historia del famoso jabón tiene cierto encanto… Seguro que ese hombre sintió lo mismo que yo he sentido con su jabón entre mis manos…Pero aunque la realidad le haya dado una bofetada a mi idílico pueblecillo, continuaré creyendo que Pravia es ese lugar donde los vecinos llevan espesos bigotes repeinados con las puntas hacia arriba (exceptuando las mujeres), tiran caramelos desde el campanario al dar los cuartos de hora y chocolatinas a las horas en punto, se bebe el zumo de moras que emana de las fuentes del pueblo… Y el heno crece verde y fresco en campos infinitos con árboles de regaliz…

Mi otra obsesión actual es cierta novela… De ella no os comentaré mucho, aunque querría que supierais que estoy bastante orgulloso de lo que llevo escrito… Naturalmente ya contaba con no ganar el Nanowrimo, ya que su objetivo (cumplir con 50000 palabras escritas, sea como sea, durante el mes de Noviembre) es contrario al mío (que es cumplir con una novela bien escrita, sea con el número y las palabras que sean)… Lo que sí me gusta es el concepto de escribir durante un mes de forma algo más regular que el resto del año… Sentirse acompañado por miles de personas en el “dolor” que representa esto de escribir… Y la verdad es que está cundiendo… Estoy a punto de llegar al nudo de novela y ya he sobrepasado la mitad de las palabras, así que me temo que si algún día llega a publicarse, será un tocho al estilo J.K. Rowling… Pero eso ya es mucho decir… Por el momento, seguiré escribiendo… Y si me dejan, cumpliendo años… ;)


7 Responses to “Travelling Without Moving”

  1. Elbereth on noviembre 14, 2007 1:19 am

    Primeeeeee!!!! Por todos mis compañeros y por mí primerooooo! (o al revés Oo, también me hago vieja…)

    FELICIDADES, Principito! :*****************

  2. iscariot on noviembre 14, 2007 2:06 pm

    gracias gracias… :*
    pero no grites tanto, que se va a enterar todo el mundo… ;)

  3. Laura on noviembre 15, 2007 3:20 am

    Seguramente no te acuerdes de mi, pero yo sí me acuerdo de vos porque me flasheaste un poco la cabeza y justo hoy mordiendo un marshmallow me acorde de vos que hace años que te habia olvidado.
    Felicidades por tu dia.

  4. iscariot on noviembre 15, 2007 4:04 pm

    claro que me acuerdo, querida Lau… :)
    una de las cosas que más me sorprende de este teatrillo es que llegara a cruzar el gran charco, así que gentes venidas del otro lado no se olvidan facilmente… ;)

    me alegra saber que acudiste a la reapertura y que andas por aquí… espero que lo sigas haciendo, porque querrá decir que mantenemos el contacto… eso de olvidar está muy feo, no crees? :)

    nunca he probado un marshmallow en condiciones (porque eso de requemarlo me da cosa), pero quedas invitada a pastel cuando quieras… :)

    un beso y nos seguimos viendo por aquí…

  5. duendecilla on diciembre 26, 2007 2:20 am

    Ala, yo quiero leer tu novela… seguro que me gusta un montón…. me pasas el borrador (estoy chantajeandote… así cuando la publiques yo prometo que te hacen un hueco en el periodico….)

    ;)

  6. iscariot on diciembre 26, 2007 12:00 pm

    :)
    aún le queda algo de tiempo… pero todo se andará… de momento lo que llevo no me desagrada, y eso es bueno (al menos para mí)… ;)

  7. iscariot on diciembre 26, 2007 2:57 pm

    Por cierto… Admiten colaboraciones en el periódico??? :P

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