My Heart, My Life

abril 26th, 2006

– Entonces he llegado y me he sentado en el banco a la espera… Había alguna gente, pero no el bullicio al que me tenían acostumbrado las últimas veces que he ido… Todo blanco y casi silencioso, eso sí… Y con ese olor…

Después de un buen rato viendo la misma puerta entreabierta y llegada la hora de la cita, ha pasado casualmente una enfermera y se ha detenido a mi lado…

– Si vienes a por recetas, es el despacho 13, allí enfrente, no éste…
– No… Vengo a una revisión…
– ¿Aquí?
– Es el despacho 2, lo pone aquí – le digo mientras le entrego la carta…
– Mmmm… Pero es la enfermera Teresa… Es en el despacho 9, al fondo… No sé porque han puesto el 2…

He empezado bien… Pero me he levantado y he ido al banco que había al lado del despacho 9 y me he sentado de nuevo a esperar… Al poco la enfermera que me reconoció la anterior vez sale por la puerta y me llama por mi nombre, invitándome a pasar…

– ¿Cómo va tu nuevo corazón?
– Muy bien… Lo trato lo mejor que puedo, y aunque a veces me da algún disgustillo que otro o se empeña en recordar cosas pasadas, no me puedo quejar…
– ¿Y la dieta? ¿Como llevas la sal?
– Bien… Ya no lloro… Si lo hago es sólo por dentro y por quien lo merecía… Aunque es difícil…
– Eso está bien… Al menos lo intentas… Tienes que sentirte orgulloso… Veamos… Quítate la camisa y le echaré un vistazo…

Me quito la camisa y la camiseta interior y la enfermera mete la llavecita dorada en la cerradura de mi pecho… Entonces abre la puertecita…

– Mmmmm… – me dice ella mientras tira de uno de los hilos – Por lo que veo las costuras aguantan bien…
– Sí… Desde luego cuidan de él muy bien… Se lo puedo asegurar…
– Ya veo… – dice palpando el órgano con la mano – Para que veas que no llueve para siempre… Las cosas cambian…
– Sí… Cuesta pero hay que hacerlo… El tiempo poco a poco cura las heridas… Y esos hilos de esperanza me han ayudado mucho…
– Pues consérvalos… – dice mientras cierra la portezuela y gira la llave…
– ¿Los hilos de esperanza? Por supuesto… No podría vivir sin ellos… Y sin ELLA tampoco… Es la que ahora vela porque no se me cuele el alma por un agujerito…

La verdad, no sé si realmente todo ha sido como os he contado o simplemente me han recetado un par de cajas de pastillas y me han dicho que vuelva la semana que viene (aunque todo vaya bien)… Pero a veces me cuesta tanto distinguir entre lo real y lo irreal…


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    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

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